ISO 200, 35mm, 120mm, papel fotográfico
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, le voy a dar otro segundo más a ver si sale, digo en mi mente, siete, cierro el orificio de la cámara y corro hacia el cuarto oscuro, toco la puerta “¿puedo entrar?” digo “no” gritan desde adentro del cuarto, camino y me voy a sentar con los demás, les pregunto qué van a hacer, o si ya revelaron su foto. Le digo a Michi, ya no sé qué hacer, ya no me han salido las fotos, y me dice que siga intentando, y con la esperanza de que esta foto no saliera velada voy al cuarto oscuro a revelar con las demás chicas. Apagan la luz, mientras espero a que mis ojos se acostumbren a la escasez de luz roja mientras abro mi cámara y saco el papel, lo introduzco en el primer químico y espero mientras platicamos, sigo tratando de ver si mi fotografía se revela, pero es fallido, la paso al segundo químico y luego al tercero, para poder encender la luz y ver si mi fotografía salió, “voy a prender la luz” dice una chica mientras cierro mis ojos, ya encendida los abro lentamente para ver mi foto, nada, otra vez nada ha salido.
Triste después de saber que otra vez mis fotos no salieron me voy a la mesa y me siento, diciendo que no salió, me siento y comienzo a pensar si será porque estoy triste. Quizá la fotografía me represente, sin nada en ella, a veces con mucha luz o de repente con nada. El sentimiento de tomar y medir el tiempo para la foto se me fue, y mi razón más viable para que no salgan es porque estoy triste. Siempre las fotografías que cada uno toma te representan, por los lugares en que las tomas, el encuadre y los colores, la simplicidad o la búsqueda de tener la proporción perfecta de una foto. Que, para ser sinceros, es lo que nunca he entendido, pero de vez en cuando sigo la regla de oro, la regla de tercios, y más cuando empezaba en la fotografía, ahora solo es por sentimiento. La historia de la fotografía comenzó en el año 1839, con el daguerrotipo, que se revelaba con vapor de mercurio, la fotografía es el arte que fija una imagen, la plasma para poder difundirla, y que todos observen lo que el fotógrafo quiere, puede que muchos tomen fotos a un solo lugar, pero cada quien lo ve des diferente manera, y el fotógrafo, busca algo mágico que nadie ve. En 1839, su paisano Jacques Daguerre se basó en el descubrimiento de Niépce, -con quien se asoció en 1829- y lanzó un método práctico: el daguerrotipo, en el cual utilizó placas de cobre embarradas con yoduro de plata y las exhibió en cámaras de madera. Luego se percató que podía conseguir imágenes más perfectas al aplicar el yoduro de plata sobre papel y después sobre placas de vidrio. Desafortunadamente, las fotografías tenían que ser preparadas y reveladas inmediatamente después de la exposición, de modo que el fotógrafo de campaña debía llevar una tienda y una gran cantidad de productos químicos (Ramírez, 2006)
Cada toma es diferente, buscar el lugar correcto, la luz, la sombra, el ángulo, el momento. Disparar no es muy fácil, hay veces en las que disparo sin ganas de hacerlo, porque no son mis ideas, porque no me agradan las ideas que me imponen, es como tomar una gran decisión de tu vida, y a veces me hace sentir avergonzada de mi vida, como muchos errores. La vida está completamente asociada a la fotografía, cada toma es una decisión correcta, o incorrecta tienes que buscar la manera en que la luz esté de la forma correcta, que el encuadre sea perfecto, y que el objetivo sea el requerido, y de ahí parten más decisiones, a que velocidad se toma, con qué apertura, a que distancia, y todo lo que una buena decisión requiera.
Cada fotografía se apropia de ese instante, es una pequeña parte de lo fotografiado, he llegado a pensar que cuando se fotografía a personas les quitas una parte del alma, pero cada toma diferente, como las fotografías digitales, que le quitas cada vez un poco de alma a lo que se captura, lo que pasa con este tipo de fotografía es que se pueden desechar muchas veces, hasta que salga todo correcto, pero, a donde van esas fotos que se borran? Porque si algo no nos gusta simplemente lo borras, y lo vuelves a tomar, y de una forma fácil, configurándolo. Pero en cambio, hay fotografías que son mucho más difíciles, que llevan tiempo, son más “artesanales” y para estas solo hay una oportunidad de tomarlas, como la fotografía estenopeica, que acepta todo tipo de fotos, las borrosas, las desenfocadas, las que se exceden un poco de luz, y estas, son de un solo momento, la cámara oscura no necesita lentes, ni un material muy caro para crear, solo se necesita imaginación, puede ser una fruta, una cajita reciclada o cualquier cosa a la que no le entre luz, esta técnica se comenzó a practicar en el siglo XIX. Lo más fácil de decir que es una fotografía y sin complicarnos tanto, es congelar un momento en un dispositivo, digital, papel, rollo. Verlo como nuestros ojos, pero a veces no tanto como queremos.
Mi fotografía más inesperada fue cuando no salió como yo esperaba, creí que había encuadrado todo, la luz era perfecta, el objetivo era muy claro, los detalles para que saliera como deseaba iban muy bien, pero hay veces que el sentimiento para tomar la fotografía te dice que aún no es buen momento para tomarla, así que esperé más, y más, y algo me decía que aún faltaba algo, pero los demás querían que ya tomara la foto, escribí algo para adentrarme más al objetivo, pero cuando decidí tomar la foto, simplemente no salió como quería, y era la única toma que podía hacer, no podía hacerlo desde otro ángulo, ni en otro lugar, ni con otra expectativa, nadie me ayudaba, ahora tenía que esperar y vivir con ese sentimiento, que aún no logro comprender si fue una mala decisión o si era algo que debía hacer para saber o tener una respuesta inmediata. Pero debí sentirme realmente satisfecha, con las ganas, con seguridad, y todo bien para que la fotografía saliera perfecta. No medí todo, quizá faltó más tiempo para que las flores de fondo empezaran a nacer y todo saliera con más color, o quizá fue que el objetivo no estaba asegurado. No creo que mi único objetivo haya salido tan mal, puede que vuelva a tomar una foto, claro, mucho después, ir buscando las medidas perfectas, acercarme más a lo que quiero capturar y guiarme de mi sentimiento.
La primera fotografía fue inventada por en, en un papel impregnado de cloruro de plata, en el fondo de una cámara oscura, que aún se puede hacer, y es una forma un poco más difícil para hacer fotografías, pero que lleva más apego a ellas.
Al principio se descubrió la cámara oscura, que invertía las imágenes transmitidas, y al principio se revelaba con la técnica de daguerrotipo, con las cuales varios artistas buscaban la forma de componer las cámaras, y así fue como poco a poco las revelaban con químicos que dejaban la imagen plasmada.
Las diferentes formas de fotografía son muy valiosas, siempre y cuando se busque una forma de transmitir su belleza, como al principio, escribía sobre la fotografía estenopeica, una forma de encontrarte, de sentir la foto, cada paso es un movimiento muy importante para esto, y cualquier descuido puede hacer que la foto no sea tal como queramos. Esta manera de fotografiar me hace sentir con más acercamiento a la foto, más comprometida, más atenta a los segundos, más formas de ver las cosas, buscar algo más perfecto, estar feliz si te sale la foto, es lo mejor, aprender a controlar el tiempo para la foto perfecta, y cualquier foto es buena, con que salga, es lo mejor, muchas son borrosas, con leves movimientos, pero es porque el fotógrafo ha decidido que salga así.
Y de ahí viene la fotografía de rollo, mi acercamiento con esta es muy leve, apenas he terminado mi primer rollo, y faltan otros dos, que le faltan al menos, seis fotos, porque no encuentro el objetivo perfecto para fotografiar, y cuando me disponía a hacerlo, fue todo una falla, pero creo que a pesar de ser automático sigo siendo un poco más artesanal al momento de tomar la foto, y no se diga del revelado, es un gran proceso, en que haces casi todo a ciegas para poder revelarlo, ni siquiera con la luz de seguridad, ni un mínimo de luz, completamente a oscuras, es una gran proceso, y también, porque no sabes cómo salió una foto porque no la puedes ver hasta que se revela, son todo un misterio, pero no como la fotografía digital, a pesar de que tienes que hacer ajustes de las luz, el enfoque, y todo eso, puedes ver la foto, y si no te gusta, qué más da, deséchala, pero, que misterio, ¿habrá un mundo de fotografías borradas? Sería muy triste ahí, porque no las quisieron, porque tenían demasiada luz, o porque estaba desenfocada, o cualquier otra cosa por la que haya sido borrada. Pero no todo es así, también hay fotos que se guardan aun estando “mal”. Es como si todas tuvieran vida, porque se apropian de ese momento. También estas fotografías son a las que tengo más apego, y con las que me siento más en confianza, porque puedo ver como quedan, puedo guardar momentos con una calidad excelente, y guardarlas, borrarlas, editarlas, y hacer lo que quieras con ellas. Igual que con las “autofotos” o como todos la llaman, “selfies” que son lo más raro, y bonito a la vez, porque te puedes ver, te admiras, eliges si de ese lado está bien, o mejor desde arriba, de frente a un espejo, junto a tus amigos, para enviarle a tu ligue, para enseñarle a tu madre lo que haces justo en ese momento. Admito que llevaba mucho tiempo sin tomarme fotos, no eran lo mío, prefiero que me las tomen, pero hasta que conocí a alguien que enviaba fotos de sus caras graciosas, o para mostrar que a pesar de no posar para esas fotos, se sentía en confianza para enviarlas, y fue como reenviaba las mías, haciendo muecas, o posando “casual”, si, estas fotos son hermosas, y que quien se las haga, las publique si quiere, porque todos podemos compartir nuestros momentos cuando nos sentimos bellos, hermosos, porque todos lo somos, todos podemos sentirnos así, y cuando alguien no se siente así, y publica su foto, que importa, a esa persona le gusta, y se siente bien publicando para que todos vean lo hermosos que son. Gracias a todas las benditas fotos por existir.
A pesar de que muchas fotos te gusten, siempre tiene que haber miles, o bueno, no tantas, para poder escoger solo algunas, sí, las imágenes desechadas son como una amistad, como el empaque de algo, y hasta la relación, a veces te sirve un rato, y luego, adiós, quizá borraste aquella foto de Instagram que tenías con tu ex, en ese momento estaba chido tenerlo, ¿pero ahora? Hace que mi feed ya no esté chido, por eso la borré, por eso la borraste, por eso muchos las borran, ¿todas esas fotos desechadas son algo malo? No creo, pero es como nuestra vida, en la que desechamos casi todo porque somos un producto enlatado con fecha de caducidad.
Borramos ciertas imágenes porque nos hacen sentir mal, porque nos recuerda un momento en nuestra vida en la que sufrimos, o en la que fuimos muy felices y extrañamos eso, borramos imágenes que no salen como esperamos, porque no nos gusta, no queremos recordar algo, o porque ya no nos importa tenerla, qué más da tenerla ahí, si ya no la ocupo.
Y a veces es mejor desechar todos los recuerdos que nos hacen mal, nos afectan emocionalmente, y pueden crear problemas con nosotros mismos por recordar algo que nos llegó a hacer sufrir, como la foto e alguien a quien quisimos muchos, como el recuerdo de aquel verano en que viajaste con tu familia y ya no has vuelto, como la vida en que los recuerdos son vídeos, fotografías, en el que en un mundo como el de alguna serie extranjera pueden recordar todo, se guarda, se graba y lo borras si quieres, pero te puede afectar tener ese recuerdo, y puede destruir muchas cosas que quieres, al punto máximo de hacer recordar algo con las fotografías y hacerse daño
Nuestra necesidad de borrar todo lo que sale mal llega al punto de eliminar a la gente de nuestra vida, no todo lo movido, con un poco de luz, significa que no sea bueno, así es la vida, como las fotos, y con ellas podemos mejorar, hacer un enfoque en nosotros y darnos cuenta de que estamos haciendo mal. Por eso, muchos buscan lo análogo, para desconectarse de lo que se supone que es perfecto ¿qué es lo perfecto? Nada lo es. Por eso hay que aprender de los errores, y tenerlos en cuenta para mejorar.
“Recientemente la fotografía se ha transformado en una diversión casi tan cultivada como el sexo y el baile, lo cual significa que la fotografía, como toda forma artística de masas, no es cultivada como tal por la mayoría. Es sobre todo un rito social, una protección contra la ansiedad y un instrumento de poder.” (Sontag, 1977)
Ser fotógrafo te hace sentir destacado, querido por muchos, y detestado por otros más, quizá no le aportas nada a nadie con tus fotografías, pero ahí estás, el/la que tomas fotos a personas, paisajes, modelos de la alta, animales preciosos, ¿eres fotógrafo?, más bien soy aficionada, pero mi trabajo puede mostrar lo contrario, aunque puede que haga mucho mejor que el que se supone que hace un fotógrafo, cualquiera puede hacer fotos. Sí, lo que puedo comprender es que de cualquier lado puede provenir alguien que haga buenas fotos. Porque es todo un arte, y a veces tener buen ojo es lo que hace que seas bueno, con la sociedad todo esto, es hacerte un poco más alto, es un punto más elevado, pero a pesar de ser de los más necesitados en la sociedad, los que hacen foto, son los que más quieren para que les hagan fotos, ¿pero que le dan a cambio? Una simple mención, o nada, muchos no valoran todo el trabajo, ese proceso que tuvo que pasar ese fotógrafo, esa foto. Cualquiera hace una foto. Pero no cualquiera hace la foto.
KAREN ALITZEL CRUZ CRUZ
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