ROSENDA

Ramón es un hombre cercano a sus 40 años, hace un año su novia Rosenda terminó con él, huyendo. Él está obsesionado con ella, vive en Ciudad de México en un departamento deplorable, es fumador compulsivo, su único amigo Alberto lo visita a su departamento.

 

 

Ramón - Me duele aquí

Alberto -¿aquí?

Ramón - No, más para allá

Alberto- ¿aquí?

Ramón -sí, justo en el corazón

Alberto- ¿Estas seguro que no es tu pulmón?

Ramón -Alberto, puedo diferir mi corazón de mi pulmón…serás menso.

Alberto-¿Cuándo empezó el dolor?

Ramón -…mmm… creo… que desde…

Alberto- ¿Desde Rosenda?

Ramón - si serás cabrón, como te atreves ... (Patea a personaje 2)

Alberto-(empuja a personaje 1) ¿Por qué hiciste eso?

Ramón -¿Qué cosa?

Alberto- no te hagas pendejo, ¡Me acabas de patear! …a mi me vale madres Rosenda, … yo solo quería ayudarte, pero solo me insultas y pateas.

Ramón - Alberto… perdóname, tú sabes… que desde…

Alberto-¿Desde Rosenda?

Ramón - sí, desde Rosenda no he tenido buenos días, sólo vivo los días como una copia del día anterior… y ahora con este dolor, no se puede estar de buen humor.

Alberto- (se acerca a personaje uno y  coloca su mano en su hombro.) yo se que la querías mucho, pero tienes que superarla… ella ahora está en…

 -Se escucha un trueno en el cielo-

Ramón - ya ves pendejo, por mencionarla, el cielo se rompió.

Alberto-  No mames, Rosenda te dejo por un perro y un wey en las Bahamas… no te lo digo por chingar, pero he visto sus historias en Instagram… se ve muy feliz… ella avanzó con su vida y tú mírate, no puedes dejar pasar 5 minutos sin tener un cigarrillo en la boca... tienes que ir a ver un doctor, tu dolor no creo que sea por Rosenda.

Ramón - (e enciende un cigarrillo) ¿Qué dices, que Rosenda tiene un perro?, (fuma) ¿Qué más has visto en sus historias?... sabias que me bloqueo de todas las redes sociales, es más una vez intente mandarle un correo electrónico pero jamas me contestó. (Fuma) ella siempre me dijo que odiaba los perros… le parecían desagradables, tenían mucha baba para ella. (Discretamente se quita una lágrima del ojo derecho)

Alberto- ya wey, no te pongas así… por eso nadie quiere visitarte… mejor vamos a comer algo… yo te invito.

Ramón - ¿A dónde quieres ir? … ¿no te gusta mi casa?

Alberto- mmm… la neta no, está hecha un asco, hay colillas por todos lados, tus sillones están todos quemados… ¿Cuándo fue la ultima vez que te bañaste?

Ramón - … ¿Cuándo fue domingo?

Alberto- ¡¡hoy es domingo cabrón!, ¿llevas una semana sin bañarte?

Ramón - (se acerca su cajetilla, toma un cigarrillo, lo golpea en la mesa y lo enciende) una semana, un mes, un año…(fuma) nada tiene sentido sin Rosenda. (Fuma)

Alberto- ya cabrón, me tienes hasta la madre con tu pinche Rosenda… dúchate y te invito unos tacos.

Ramón - lo haré solo si en tu celular puedo ver su perfil

Alberto- neta estas muy cabrón, dúchate y veremos.

Ramón( apaga su cigarrillo en la mesa y bota su colilla en el suelo)

 

Segundo acto

 

Ramón  y Alberto  están caminado en la calle, el cielo está nublado y se escuchan algunos truenos a la distancia

 

Ramón - Alberto…  ya estamos en la calle, ¿me puedes dar tu celular?

  Alberto- no chingues Ramón, te lo daré en la taquearía… ya sabes como es este  barrio y por cualquier cosita ya te sacan la navaja.

  Ramón - (busca en su bolsillo una cajetilla, saca un cigarro y se lo mete en la boca, se detiene para buscar su encendedor, voltea a ver el crucero de autos)

Ramón  - …. No Mamés… es Rosenda, no mames que es Rosenda, mira Alberto, esta en el auto plateado.

  Alberto- Ramón neta no estoy para tus alucinaciones, ya me habían dicho de tus ataques, (jala del brazo a Ramón) la taquearía está  a media cuadra, no hagas feo.

  Ramón - Alberto te lo juro que era ella, tenía el mismo peinado que siempre.

 Alberto- Es imposible que sea ella, ayer vi sus historias y estaba en las Bahamas, te lo compruebo en la taquearía, pero ya camina cabrón.

  Ramón - ¿en serio?... te lo juro por mi madre  que se veía igualita a Rosenda.

(Alberto jala a Ramón hacia la taquería)

(Ramón  y Alberto entran a una taquería, toman asiento en una mesa)

Alberto- (busca de su chamara su teléfono, lo pone en la mesa) ahí tienes cabrón, ve la nueva vida de Rosenda.

Ramón - (toma el celular, juega con el) ¿sabes si cambio su nombre de usuario?... no claro que no lo hizo… Alberto ya la encontré. (Sorprendido) se cortó el cabello.

Alberto- sí después de irse se rapó, se tatuó y conoció a Bob…

(El mesero se acerca a la mesa)

Mesero- buenas noches,  ¿les puedo pedir su orden?

Ramón - ¿Quién chingados es Bob?( grita y golpea la mesa)

Mesero-  me llamo Javier, regreso en un momento para tomar su orden. (Se retira)

Alberto- cálmate Ramon, neta no consigues nada golpeando la mesa, si no te calmas nos sacarán y yo me  iré con mi teléfono, ¡tú única forma de ver a Rosenda,! así que cálmate.

Ramón – No, no  me dejes Alberto … ¿Quién es Bob?

Alberto- Bob era su instructor de surf.. pero al parecer se enamoran mientras ella aprendía a surfear… ahora ella vive en cuba con el.

Ramón - pero… yo la vi hace un momento

Mesero - (el mesero se acerca a la mesa) hola, ¿ya les puedo tomar su orden.

Alberto- Hola,  sí, me puedes dar dos órdenes de cabeza, los dos serían sin verdura, también tráeme dos cocas.

Mesero- ya les traigo su pedido, (sale de la escena)

Alberto-Ramón… la persona que viste hace un rato no era Rosenda, la confundiste… mejor cuéntame que haz hecho desde la ultima vez que nos vimos

Ramón - no he hecho nada, no soy nada sin Rosenda (golpea la mesa) sale corriendo de la escena

Alberto- Ramón regresa aquí, (corre tras personaje Ramón )

Mesero– Regresen aquí no pagaron su cuenta

 

 

 

Tercer escena

 

Ramon se encuentra divagando en su casa, tiene en una cajetilla en la mano y en la  otra está jugando con un encendedor.

 

Ramón - (mientras camina grita) ….. Rosenda…. ¡¿Dónde chingados estas?!.. (cae al suelo, se mete el cigarro a la boca! Se acerca el encendedor a la boca) ¿Cómo es posible que terminaste con un sujeto llamado Bob?. Pinche Rosenda, me cambiaste  por un wey con nombre de perro. (Burlándose) Ay sí, ay sí, soy Bob un instructor de surf. A que seguro esta mamado (prende el cigarrillo, se incorpora, empieza a fumar y caminar) en cambio yo… ( se acerca a un espejo) me veo como un perro tortillero, (se toca el abdomen) puro pellejo sin gracia  o como decía mi papá: puro pendejo sin gracia. (Fuma ) con razón Rosanda se fue( fuma y camina) no, ni madres ella me había  prometió nunca irse…. pero un día ya no estaba. No estaba ella ni la cafetera francesa, también se escabulleron  con ella  mi colección de tortugas y mi corazón … ( se acerca al sofá, bota la colilla al suelo) una tarde todo habían desaparecido, me quede  solo en este sofá, esperando tu regreso Rosenda… ( se lanza al sofá) pensé que habías llevado al veterinario  a mis tortugas o aceitar mi cafetera… pasaron 5 día donde no me moví para estar a tu regreso… los cigarros se acabaron y fui a la tienda, te busque en todas las ventanas y reflejos, pero tu azul mirada no está en ningún lugar.

 

Ramón - (Saca otro cigarrillo, lo golpea contra la cajetilla, lo meta en su boca) ahora resulta que te fuiste por un perro mamado llamando Bob. No mames Rosenda, yo te di mi pinche vida y tú te fuiste a cuba. (Prende su cigarrillo, se sienta en el sofá) escupiste mi corazón y te llevaste lo que más amaba, a mis pinches tortugas y tus calzones. (Fuma) como extraño tus calzones de corazón…

¡Te extraño pinche Rosenda!

¿Qué habrás hecho con Benjamín, Elizabet y Juan José? Siempre odiaste mis tortugas, decías que las liberara, que vivir conmigo en ese departamento no era vida, (ríe sarcásticamente) al parecer no solo te referías a las tortugas. (Fuma) ¿las habrás liberado en nuestro lugar de aniversario o en las blancas arenas de La Habana? Pinche Rosenda, desde que te fuiste la luz del apartamento no existe, el sol extraña verte en las mañanas… las plantas han muerto al igual que yo. (fuma)

Aunque claro, mi muerte no es rápida, todo lo contrario, es tan lenta como el tiempo que llevo esperándote en este inmundo sofá, mi muerte es dolorosa, tal vez es un dolor que jamás sentirás Rosenda, no te lo deseo, pero si tuviera que describirlo sería como una apuñalada en el corazón, lo peor no es la acuchillada en sí sino la constante de tenerte en mi mente. 

 Días duelen más que otros, a veces creo que te has ido, pero al poco tiempo vuelve a sangrar mi corazón al no tener tu mirada de frente.

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